Las almohadillas y las mantas eléctricas aplican calor de una manera terapéutica. Estas descargan la tensión que se acumula en los músculos y alivia los dolores contraídos por el estrés o por un ritmo de vida acelerado. La facilidad de uso, así como su uso domestico, las hacen un elemento indispensable en el tratamiento de dolores musculares. Sobre todo cuando los músculos se encuentran tensos y son más propicios a contracturas.

Además, el calor que nos aportan las almohadillas y las mantas eléctricas supone una gran ayuda y alivio del dolor en procesos reumáticos, musculares o en algunas patologías óseas. Incluso para evitar el frío en lugares con bajas temperaturas, estos productos térmicos nos permitirán mantener nuestro cuerpo a una temperatura agradable.