Los termómetros permiten medir la temperatura corporal con la finalidad de conocer si el usuario muestra indicios o no de fiebre. Este dispositivo se utiliza tanto en el ámbito profesional como en el doméstico, con el fin de controlar el estado de la salud.

Hay una gran variedad de termómetros con diferentes características, la elección de uno u otro dependerá del uso que se le vaya a dar. Los más utilizados son el termómetro de galio o de vidrio, el termómetro clásico el cual contiene en su interior un líquido, a menudo galio, que se dilata o contrae al detectar cambios de temperatura; el termómetro digital, en el cual los resultados se muestran en una pantalla (lo que facilita su lectura); y el termómetro de infrarrojos que permite detectar la temperatura corporal sin tener contacto directo con la piel.